Cocinar con azafrán es una garantía de calidad siempre que sepamos utilizar bien este producto.
Las hebras de azafrán al natural no son solubles en agua (ni siquiera en agua caliente) por lo que para extraer toda su esencia es necesario tostarlas previamente de manera ligera; este proceso requiere delicadeza ya que el pequeño tamaño del azafrán hace que ardan con facilidad.
Para tostar las hebras, evitando que se quemen, nada mejor que el aluminio: colocar el azafrán en un papel pequeño de aluminio y plegar para hacer un sobre, procurando para que no se caiga. A continuación poner el papel durante un instante sobre una superficie caliente (por ejemplo una sartén), más o menos largo en función de la temperatura de la superficie; en todo caso la temperatura debe ser moderada y el tiempo corto. La primera vez que se hace lo mejor es vigilar frecuentemente!
Una vez tostadas las hebras pueden ser molidas muy fácilmente con los dedos en el mismo sobre de aluminio. Se disolverán tan pronto como sean añadidas al guiso, liberando todos sus aromas.