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Carme Ruscalleda, la cocina considerada una de las bellas artes

A pesar de haber muchas buenas cocineras en los restaurantes españoles, la gastronomía parecía reservada a los cocineros. Carme Ruscadella ha llegado a la cima mundial y muestra una abertura excepcional con sus restaurantes en los dos extremos del mundo.

Desde 1988, año en que Carme Ruscalleda compró la torre que estaba delante de la charcutería familiar donde trabajaba para abrir el Restaurante Sant Pau, sólo necesitó tres años para conseguir su primera estrella Michelin. Hoy, Sant Pau tiene 3 estrellas Michelin (algo que han logrado únicamente cinco restaurantes españoles).

Las ganas de seguir evolucionando hicieron que Ruscalleda decidiera dar el salto a Japón creando una réplica casi exacta del Sant Pau en Tokio. En el año 2004 inauguró este restaurante que ya ha conseguido 2 estrellas Michelin, lo que la convierte en la única mujer en el mundo con 5 estrellas de la prestigiosa guía.
 

Carmen Ruscalleda

Carmen Ruscalleda

La forma tan especial que tiene Ruscalleda de entender la cocina se nota en el cuidado de todos los detalles de sus negocios: desde la creación de  recetas innovadoras sin perder el toque tradicional, hasta la decoración de los espacios ad hoc para sus creaciones y maridajes con el entorno. Su amor por el arte en general y la literatura en particular, ha hecho que Carme Ruscalleda comparta su sabiduría mediante la publicación de libros culinarios donde explica, de forma sencilla, su filosofía gastronómica.

Como toda artista, sabe de la importancia de trabajar con la materia prima del lugar en el que se está, por eso la ubicación del Sant Pau, en Sant Pol de Mar (Girona) ha hecho que Ruscalleda cocine con productos adquiridos en la comarca del Maresme.

Su defensa de los proveedores locales (en Cataluña o en Japón) y del trabajo hecho con pasión y perfección son características que Ruscalleda nos deja sentir en sus elaboraciones porque, como dice ella: “Se puede ir del sabor local al universal”.

En su local de Tokio ofrece su discurso gastronómico basado en la cocina catalana de temporada pero incorporando materias primas del lugar, combinando dos culturas gastronómicas que son en apariencia tan distintas. Porque para Ruscalleda “los puntales en que se afirman la cocina catalana y la japonesa tienen muchas similitudes”.

Prueba de que tradición, cultura y calidad no están reñidas con la alta cocina es el nuevo restaurante “Moments”, dirigido por Ruscalleda que cuenta, como jefe de cocina, con su hijo Raül Balam y que ha sido galardonado con otra estrella Michelin.

El secreto de su éxito, dice, está en  la “constancia, mantener la misma ilusión cada día, ideas originales y calidez en el servicio”.

Y en la genialidad, añadimos, que sólo tienen artistas de la talla de Carme Ruscalleda que aliña sus recetas con “inconformismo, honestidad y constancia”, tres ingredientes de su propio carácter.
 
Foto: Monmar Comunicació