La palabra ensaimada va inevitablemente unida a la isla donde tradicionalmente se elabora: Mallorca. Es un dulce de forma circular elaborado con harina fermentada, manteca de cerdo, huevos y azúcar.
La ensaimada puede ser “lisa”, es decir, sin relleno o puede estar rellena de cabello de ángel. También hay otras variedades que se rellenan con nata, crema pastelera o chocolate, aunque estas no están protegidas por la Denominación Específica Ensaimada de Mallorca, que cuida de su calidad desde 1996.
Su forma de elaboración es muy curiosa: la base de masa se aplana para adelgazarla al máximo, se le añade la manteca por una de las caras y se envuelve hasta formar un cilindro que se va enrollando, siempre en el sentido de las agujas del reloj, hasta formar la ensaimada. Al degustarla se aprecia gran esponjosidad y ligereza, como si su principal relleno fuera el aire.
En la isla es común consumirla en el desayuno, aunque, por asimilación con otros dulces, también se sirva como postre o en la merienda.
La historia de la elaboración y consumo de este dulce típico se remonta al siglo XVII. Al ser un producto totalmente artesanal se sigue fabricando con los métodos tradicionales de los maestros reposteros. Es muy probable, sin embargo, que su origen, como el de otros tantos productos en España, sea árabe. Existen varias razones que hacen pensar esto:
- Saïm en catalán, significa manteca de cerdo, y el catalán parece haberlo heredado del árabe, donde significa lo mismo. De esta raíz toma su nombre la ensaimada.
- Por otro lado existía un dulce musulmán elaborado prácticamente con los mismos ingredientes que la ensaimada excepto, claro, por la manteca que era sustituida por una mantequilla elaborada a partir de leche de oveja.
- Y, aunque parezca un poco en broma, también se dice que el aspecto de la ensaimada recuerda en cierto modo al turbante árabe.
Quizá sea una simple leyenda porque no hay constancia de ello, pero de leyendas y tradiciones también se nutren las recetas, como es el caso de la ensaimada de Mallorca.
Y como la tradición y la experiencia permiten elaboraciones imaginativas, no está de más nombrar una variedad de ensaimada, que podríamos decir, que es doblemente mallorquina ya que en lugar de rellenarla se cubre con el otro gran producto de la isla: la sobrasada. Este tipo de ensaimada suele consumirse en Carnaval pero, igual que con las otras variedades, lo que importa es su exquisito sabor, no la fecha ni la hora en que se disfrute de él.
Foto: MollySVH