Las almendras, como casi todos los denominados frutos secos, son un alimento de alto valor nutricional: 100 gramos de almendras aportan al organismo 580 kcal, 22 gramos de proteínas y nada menos que 30 de grasas mono-insaturadas, lo que la convierte en un producto de gran interés para una dieta sana y equilibrada como la mediterránea.
Gracias a su elevado contenido en ácido oleico es un producto muy recomendado para combatir el colesterol: al aportar buen colesterol, reduce el malo. También aporta ácido linoleico (omega 6), esencial en la alimentación porque el cuerpo humano no lo puede sintetizar y debe obtenerlo de fuentes externas.
Una de las particularidades de la almendra es que libera sus grasas lentamente, por lo que contribuye a reducir el nivel de triglicéridos, limitando su acumulación en forma de grasa. Para las personas, con problemas de corazón, mantener bajo su nivel es muy importante.
También se ha estudiado bastante el efecto del consumo de almendras en los regímenes de adelgazamiento, probándose claramente el interés de su ingestión durante la utilización de dietas hipocalóricas.
Además la almendra es rica en vitaminas A, B1, B2, B3, E, ácido fólico (o vitamina B9) y multitud de minerales como calcio, hierro, potasio, sodio, zinc, magnesio (72% CDR) y fósforo (69%).
Si España es el segundo productor mundial de almendras es en parte por su utilización, muy frecuente en gastronomía, y sobre todo, en la repostería: participa en infinidad de platos y muchas salsas, es un aperitivo muy habitual y forma parte de la mayor parte de recetas de postres y dulces españoles, de los cuales el máximo exponente son los turrones.
Las almendras amargas suelen usarse como aromatizante porque su ingesta (sólo 100 g) es mortal para un ser humano adulto. En cambio, se usa en masajes porque su absorción a través de los poros permite beneficiar de sus efectos saludables.
Aunque el consumo diario de almendras sea muy recomendado, esta claro que la cantidad ingerida debe medirse según la preparación y se ha de controlar en particular en los dulces.
El aceite de almendra también es muy apreciado particularmente en cosmética: es ideal para la piel y el cabello por sus características emolientes, suavizantes, hidratantes y desinflamantes.
Foto: Megyarsh